Telperión – El Árbol de la Luna Sculpture

ANDRES BECKER Nacido en Santiago de Chile en 1974, proviene de una familia cuya fascinación por la arquitectura, el arte y la música son decisivos a la hora de optar por una vocación. Desde su infancia se interesó en trabajar manualmente con diferentes materiales y se destacó en arte, especialmente en escultura en madera, mientras cursaba la enseñanza escolar. Luego cursó sus estudios superiores en la Facultad de Arquitectura y Diseño, de la Universidad Finis Terrae de la capital, destacándose como ayudante de la asignatura Taller de Modelos, egresando como Licenciado en Arquitectura en el año 2004. Desde aquel entonces, decide que su pasión es darle forma a sus ideas, a través del volumen y su rol en el espacio, dedicándose al estudio autodidacta de la escultura y a la práctica de esta disciplina artística. Desarrolla un oficio que se inspira no sólo en su prolífica imaginación y en el cine, sino también en grandes maestros de la arquitectura contemporánea como Thom Mayne de Morphosis, Giger, Frank O. Gehry y Frank Lloyd Wright. Su trabajo en solitario en su taller de creación, lo impulsan a trabajar con ciertas claves del ser humano, buscando restablecer el equilibrio entre el hombre agobiado de la ciudad y la armonía de la naturaleza con Dios. De ahí nacen sus embarcaciones -verdaderas "arquitecturas flotantes"-, su particular percepción del mundo marino, el árbol de la vida, las construcciones y sueños del hombre, la palabra y un universo de posibilidades plasmadas en sus obras. Su trabajo es minucioso, se preocupa del detalle y de manifestar sus inquietudes a través del espacio lleno. Para ello utiliza materiales como acero, hierro, cobre, bronce, estaño, acrílico, vidrio, piedra y madera, resultando piezas de carácter monumental acentuado por la sugerente iluminación al interior de muchas de sus obras. A fines del año 2004, participa en un concurso público, el cual gana y logra emplazar un monumento conmemorativo de grandes dimensiones que establece la unión entre Chile y Perú, en una concurrida plaza de la capital santiaguina. Su primera exposición individual, denominada "Sombra, Error y Rutina", la realizó en Chile en 2008. En ésta buscaba transmitir la búsqueda y aprovechamiento del error, la ruptura de la rutina de taller para producir su proceso creativo y finalmente, la experimentación reiterativa de los elementos escultóricos hasta producir una gran saturación formal.