El tren de los pequeños mundos Print

Nací en el pueblo de Corzuela, un pueblo humilde y caluroso en las tierras de Chaco, una provincia extensa y llena de montes en las tierras de Argentina. Tengo una infancia que me recuerda el campo y los árboles de los montes frescos y oscuros. Tengo también recuerdo de mis primeros dibujos en el suelo, en la tierra colorada del patio de mi casa, hechos con una rama seca. La mayoría de mi infancia la pasé en un barrio muy humilde de Avellaneda, Buenos Aires, entre casas improvisadas y el amor de mis padres y hermanos. Teníamos grandes pastizales para jugar y fábricas misteriosas que largaban humos por chimeneas altísimas. De ahí tomé tiempo después la inspiración para mis primeros dibujos de casas y un primer libro de poemas. Esa infancia llenó mi corazón con un sentimiento de comunidad y libertad que pocas veces encontré de mucho más grande. Por eso en algunos de mis dibujos sigo todavía tratando de condensar un poco de todo aquello que alguna vez viví, infancia y riachuelo, cielos estrellados y gente yendo a sus trabajos.