TWENTY-FOUR Drawing

¿Dónde está el autor? Mirando, en aparente descanso, cómo los demás se mueven, a petición suya. Es maestro, negociante o empresa. El caso es que está acompañado. Él es el reconocido, y en esta ocasión quiere respirar un poco. Quiere llegar tarde, o incluso no llegar. Hoy más que nunca quiere ser su espectador, y tener varios nombres. Su sonrisa es inocultable, pero ¿Qué nos pasará a nosotros? Es lo que él observará. Pues, finalmente, eso es su obra; es decir, nosotros somos su obra. Nuestras rancias o brillantes mentalidades reaccionando, develadas ante él. Estamos en el juego porque él lo quiere. Se confundirá con nosotros y seremos él, en empalagosa dialéctica. Se oculta en nosotros, dentro de nosotros, y saldrá de todos. ¿Vamos a reir? ¿Qué nos gusta entonces? Todo esto es un juego de preguntas. El espejo le pregunta a la bruja si es bonito. La obra es todo lo que le pasa, todo lo que pasa a partir de ella. Pero tiene inmunidad por naturaleza, no es responsable de Nada. El artista mira, los artistas miramos, y en la fiesta nos encontramos. ... Hace años lo dijo Juan E. hablando de cosas que hacíamos.