black skull Painting

Declaro que no sé por qué hago las obras que hago, lo único que puedo decir es que lo necesito, que algo dentro de mí me arrastra a ‘vomitar’ sobre los lienzos, los papeles, las maderas, o cualquier posible soporte que cae en mis manos, las sensaciones, fobias y filias, frustraciones, sueños e imágenes cromáticas que se forman en mi cerebro y que me obligan a que las saque fuera usando cualquier material: cola, látex, resinas, acrílico, pastel, lápiz, tinta china, alambre…). Distintos críticos de arte han escrito de mí, por ejemplo, cosas como…: «Aarón Bueso nos presenta una serie de piezas tan oscuras y contenidas como interesantes, que producen sensaciones de desasosiego. Bueso ha logrado con ecléctico lenguaje, un estilo propio que no dejará indiferente al espectador». (Rodrigo Juarranz); «Rotundas, inmisericordes, salvajes… Así son las obras de Aarón Bueso, un ácrata del arte empeñado en flagelar con sus pinceladas la realidad hasta desnudarla. Su pintura es la prueba evidente de que ha conseguido ser lo que de verdad es: un artista comprometido consigo mismo que es sincero con sus sentimientos y su visión plástica de lo que le rodea»; «el cromatismo en los cuadros de Aarón Bueso queda cuestionado por la simplicidad con la que lo utiliza, ajeno a tendencias, estereotipos y modas. Él vive aislado en su propio mundo del que extrae al exterior aquellos detalles que desea compartir con quienes se enfrentan a su obra». (Óscar G. Guerrero) o «la fuerza de lo simple, la simplicidad de lo trascendente, la trascendencia de lo imposible es lo que define a Aarón Bueso: pintura en estado puro, sentimientos a flor de piel, el peso de lo ilógico». (L. M. Piedrahita).