El viaje

Es notable la peculiaridad de esta virtud cuando la pintura permite que lo cromático huela. El aroma viaja por la sucedánea del color en la obra de EL Viaje. Está hecha con la sensación de viajar entre cristales de recuerdos, siempre rasgados. Una forma de pintar otro que, sin la vana pretensión de innovar, pero si con ese afán de asir la mirada. “Eso” que pinta Andrea, insisto, hace que uno se abreve en sensaciones que azuzan el sentir del ojo. Andrea Coco le rasga la piel al color, de ahí su aroma, la metáfora cromática del sentido. Jorge Requena