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"Troll: debate en redes (figura de frente)" / "Troll: social media debate (front figure)" Painting

Desdibujando Cristina Martel

Spain

Painting, Acrylic on Wood

Size: 9.4 W x 23.6 H x 1.2 D in

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EN TORNO A NO SOMOS NADIE CRISTINA MARTEL ESCOBAR El caso es no ver; en singular ceguera es como vivo. Si en mi anterior exposición individual (Selfie, 2016) me centraba en el -a veces inconsciente- exhibicionismo del individuo en a través de la imagen que proyecta en internet y sobretodo en las redes sociales, en No somos nadie, aunque siga dando relevancia a la rápida y extraña evolución de nuestras costumbres comunicativas, me interesa destacar el fenómeno contrario. Pareciera como si el primer mundo, en general, se fuera cansando de mostrarse tan abiertamente a los demás, ya por aburrimiento, ya porque quisiera recuperar algo de la intimidad perdida hace muy poco. Porque últimamente se observa una tendencia a irse apartando del mundo digital, a irlo limitando para mantener unos mínimos niveles de humanidad (de esa humanidad de antes, menos dependiente de la tecnología y más en contacto con lo natural, con la pretendida vida real que ahora miramos con cierta nostalgia). Con mayor o menor fortuna, hay quien estos días va espaciando su participación en redes, ejerciendo una suerte de desintoxicación progresiva. Algunos desaparecen definitivamente de los escaparates sociales y otros empiezan por reducir su presencia en ellos, desempeñando un papel pasivo o de mero observador, de voyeur que no se sumerge en los debates o corrientes de opinión ni mantiene conversaciones. Y durante esas ausencias más o menos auto-impuestas sucede que, tras unos primeros momentos de extrañeza o preocupación –enfado incluso- por parte de nuestras amistades virtuales, la vida en redes no nos espera y sigue su curso sin nosotros igual que ocurre al bajarnos de un tren en marcha o cuando cesa la vida biológica y abandonamos este mundo. La corriente nos arrastra y vamos entonces dejando de existir en esa parcela de la realidad: empezamos pues a ser nadie. Pero además No somos nadie es la evolución natural de mis anteriores trabajos (Vorágine y Selfie, de 2015 y 2016 respectivamente). Los conceptos de información (del acceso a ella) y de comunicación (de cómo se articula la misma hoy en nuestra vida cotidiana, fundamentalmente a través de redes sociales), han sido el germen de este ejercicio plástico. A ello hay que sumar la reflexión que pretendo plantear en torno al ejercicio de la libertad de expresión y a cómo, paradójicamente, este libre ejercicio en sociedades supuestamente democráticas puede consistir en callar y aislarse (de ahí la figura encapuchada), en querer guardar un ápice de intimidad en la construcción del ego virtual que mostramos a los demás, ante un constante bombardeo y saturación de causas varias y debates en redes. Ahondando más en la idea de ausencia en dichas redes, llega a articularse incluso el llamado derecho al olvido digital, por el cual se nos permite acceder a nuestros datos en internet y rectificar lo que consideremos erróneo o desfasado, así como, si así lo quisiéramos, borrar nuestro rastro en los social media definitivamente. No somos nadie juega asimismo con la idea del anonimato social en un mundo que retransmite hasta el más mínimo detalle de la intimidad del sujeto y sin embargo calla ante las injusticias colectivas (laborales, por ejemplo) por temor a perder unos derechos adquiridos más bien residuales o simplemente por apatía y cansancio intelectual en un contexto en que los medios nos brindan nuevos ejemplos de desigualdad de manera incesante. Y difícilmente la suma de muchos inmovilismos individuales llevará a algo distinto al inmovilismo colectivo o social. Finalmente, dejando ya atrás los elementos discursivos y centrándonos en lo meramente formal y técnico, cabe añadir poco más: utilizo el acrílico y el color, la pincelada y la mancha, pero también el dibujo y el trazo para construir mi realidad subjetiva. Empleo además técnicas plásticas como el vídeo o el grabado, que complementan al lenguaje pictórico y muestran un poco del proceso creativo de las piezas siempre en primera persona, para no perder el punto de vista introspectivo de toda la muestra, y para dejar constancia como simple espectadora de estas situaciones descritas más arriba y cuyo desenlace desconozco.

Details & Dimensions

Painting:Acrylic on Wood

Original:One-of-a-kind Artwork

Size:9.4 W x 23.6 H x 1.2 D in

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1975, Las Palmas de Gran Canaria (Canary Islands, Spain)

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