Miami Downtown Print

Nací el 24 de septiembre de 1957 en La Habana, Cuba. En 2013 emigré hacia Montevideo, Uruguay y en 2016 hacia Miami, EEUU, un mes después viajo a Austin, Texas y me establezco por ocho meses y regreso a Miami, donde vivo actualmente. Durante muchos años fui creando una forma de pintar, mas bien académica con temas de todo tipo, desde el paisaje hasta el retrato y siendo un devoto por decirlo de alguna forma, de la pintura holandesa y flamenca de los siglos XV al XVII, perfilé una técnica que combinaba la técnica del Medio Empaste(transaparencia en las sombras y opaco en las luces) de Petrus Paulus Rubens con la aplicacion de varias capas intermedias de laca entre capas de óleo (catorce a dieciséis capas), técnica que usaban los chinos hace dos mil años en sus famosas lacas y que además de conservar la pintura, como todos sabemos, tiene la peculiaridad de refractar la luz entre capa y capa y proyectar el color de forma que es inimitable por cualquier sistema de impresión. Este efecto también se ve en las pinturas tratadas por veladuras como las de Goya o Velázquez y que solo se puede apreciar en los museos viéndolas in situ. Cuando emigro al Uruguay me aparto de la pintura y me dedico solo al diseño, por más de treinta años, además de ejercer como pintor profesional, trabajé como diseñador gráfico para varias empresas, de manera que estuve más involucrado con el mundo tecnológico. Al llegar a EEUU y sobre todo Miami comienzo a observar el movimiento cultural, muy patente, aunque muy competitivo. Para mí el arte es un problema individual y no puede ser competitivo, si bien hay artistas más del marketing, como Damien Hirts, cada cual con sus aptitudes. Ya sabemos que un pintor no produce activos, a menos que se convierta al marketing y que Vincent increíblemente y muy a pesar de su oscura miseria, nos dejó una obra asombrosa llena de color y brillantez de una autenticidad fuera de discusión. Por otro lado tenemos al genial Jackson Pollock, al que los científicos no lograron descifrar hasta hace poco, cómo lograba con su Action Painting y su forma muy particular de lanzar la pintura, el efecto fractal que replicaba a la naturaleza y que para entonces, aún el matemático Benoi Mandelbrot no había desarrollado su teoría fractal.